El auge del turismo extranjero dispara nuevas reglas
📍Tōkyō | 18 de septiembre
Hakuba, una de las estaciones de esquí más famosas de Japón, ubicada en la prefectura de Nagano, vive una paradoja: su creciente popularidad entre los visitantes extranjeros —especialmente australianos, europeos y asiáticos— está trayendo riqueza, pero también conflictos sociales.
En 2015, la aldea registraba unas 100.000 pernoctaciones de turistas extranjeros. En 2023, la cifra superó las 250.000, más del doble. Con este boom llegaron también problemas antes poco comunes: grafitis, vandalismo con stickers en postes eléctricos, fiestas ruidosas en calles estrechas, vehículos sin llantas de nieve y fuegos artificiales a medianoche.
🏮 Viejas normas, nuevos problemas
La actual ordenanza local (2015) ya prohibía:
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fuegos artificiales nocturnos,
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tirar basura,
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esquiar en carreteras públicas,
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fumar y beber en la vía pública.
Sin embargo, los funcionarios reconocen que estas medidas “ya no alcanzan” para preservar la convivencia tras el aumento del turismo internacional.
Por eso, Hakuba prepara una revisión de la normativa antes de diciembre, justo a tiempo para el inicio de la temporada alta de esquí.
💴 Multas disuasorias, no recaudatorias
Las nuevas reglas prevén multas de hasta 50.000 yenes para quienes alteren la paz local o afecten el entorno natural.
Autoridades locales subrayan que la intención no es sancionar de inmediato, sino enviar un mensaje preventivo y educativo a los turistas: respetar la cultura de la comunidad anfitriona.
🗾 Una tendencia nacional
Hakuba no está sola. Según el Research Institute for Local Government, unas 20 municipalidades japonesas ya cuentan con reglamentos similares:
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Fukuoka (regulación de la vida nocturna),
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Kioto (restricciones contra comportamientos incívicos en barrios históricos como Gion),
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Ota (Tokio) (control de fumar y beber en la vía pública).
Se trata de un movimiento más amplio en Japón para proteger la armonía comunitaria y el atractivo turístico frente al fenómeno del overtourism.
🌏 Impacto para los turistas extranjeros
Para los visitantes, estas normas significan que el mal comportamiento puede costar caro. No se trata solo de una multa, sino de la posibilidad de quedar mal visto en una comunidad pequeña donde la hospitalidad depende del respeto mutuo.
En el fondo, este tipo de medidas busca equilibrar hospitalidad y convivencia, asegurando que Hakuba siga siendo un destino acogedor sin que los residentes pierdan su tranquilidad.
📌 En resumen: Hakuba se une a las ciudades japonesas que endurecen sanciones contra conductas incívicas ligadas al turismo. La medida apunta más a la concienciación preventiva que a la sanción inmediata, pero refleja un cambio claro: en Japón, la convivencia comunitaria y el respeto al entorno tienen un valor que trasciende al negocio turístico.

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