TOKIO.- La escasez de arroz en Japón se debe a una combinación de factores climáticos, económicos y sociales, que han afectado tanto la producción como la distribución de este alimento básico.
Esta situación ha generado incertidumbre tanto en los consumidores como en los comerciantes, quienes buscan soluciones para adaptarse a esta coyuntura mientras esperan que la nueva cosecha de arroz alivie la presión sobre el mercado.
A continuación se detallan las principales causas:
1. Impacto del clima extremo:
– Ola de calor y sequía: Durante el año pasado, Japón experimentó un verano especialmente caluroso y seco. Estas condiciones climáticas adversas afectaron negativamente a los cultivos de arroz en varias regiones del país.
La falta de agua y las altas temperaturas causaron una reducción en la calidad y cantidad de la cosecha. Las plantas de arroz, que son altamente dependientes del agua para crecer correctamente, sufrieron debido a la escasez de lluvias, lo que resultó en una menor producción.
2. Disminución de las reservas de arroz:
– Según datos del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón, las reservas de arroz han disminuido significativamente en comparación con años anteriores.
En 2023, las reservas de arroz fueron de aproximadamente 156 millones de toneladas, una notable reducción respecto a las 197 millones de toneladas del año anterior.
Este descenso en las reservas ha incrementado la preocupación por la disponibilidad de arroz en el mercado, provocando una mayor demanda en un contexto de oferta limitada.
3. Aumento de la demanda interna y externa:
– Turismo y demanda extranjera: Con la reapertura de fronteras y la recuperación del turismo en Japón tras las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19, la demanda de arroz ha aumentado, especialmente en el sector de la restauración.
Muchos turistas extranjeros, en particular de países asiáticos donde el arroz también es un alimento básico, han contribuido al aumento de la demanda en restaurantes y hoteles, lo que ha tensionado aún más el suministro de arroz en el país.
4. Compras impulsadas por el miedo
– Advertencias sobre desastres naturales La emisión de alertas relacionadas con la posibilidad de un gran terremoto en la región de Nankai Torafu, una zona conocida por su alta actividad sísmica, llevó a que muchas personas comenzaran a comprar grandes cantidades de arroz para almacenarlo como medida de precaución.
Este comportamiento de compras impulsivas exacerbó la escasez, vaciando rápidamente los estantes de los supermercados y dificultando que los distribuidores repusieran sus existencias de manera oportuna.
5. Aumento de los precios:
– La combinación de una menor oferta y una mayor demanda ha llevado a un incremento significativo en los precios del arroz. En algunos casos, el precio del arroz ha aumentado hasta un 50% en comparación con años anteriores.
Esto ha afectado tanto a los consumidores como a los comerciantes, que ahora deben lidiar con costos más altos para adquirir el arroz necesario para sus hogares o negocios.
La inflación en los precios de los alimentos en general también ha jugado un papel en este aumento de precios, exacerbando la situación.
6. Cambios en el consumo y adaptación:
– Ante la escasez y los precios elevados, muchos japoneses han comenzado a ajustar su dieta. Algunas personas han optado por consumir menos arroz o cambiar a otros alimentos como pasta o pan.
En algunos hogares, se ha reducido el consumo de arroz a una sola comida diaria en lugar de las tres tradicionales.
Aunque el arroz integral ha sido una opción alternativa, sigue siendo el arroz blanco el preferido por la mayoría de los consumidores, lo que ha hecho que la escasez siga siendo una preocupación central.
EL DATO
Algunos supermercados han logrado reponer su stock, aunque a un precio más alto de lo habitual.
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