TOKIO.- En la sociedad japonesa, las concepciones tradicionales sobre el matrimonio han ido transformándose con el paso del tiempo.

Las creencias típicas del período Showa, como “el esposo es mayor y la esposa menor”, “el matrimonio se decide en un arrebato” y “la pareja debe mantenerse junta pase lo que pase”, ya no representan necesariamente el ideal de muchos japoneses.

Hoy en día, la sociedad japonesa ha evolucionado hacia un enfoque más individualista y diverso, donde las relaciones y los matrimonios se configuran de distintas maneras, reflejando nuevos valores y adaptándose a las necesidades personales de cada pareja.

 

Cambios

Durante la era Heisei y más claramente en la actual era Reiwa, los cambios sociales y económicos han fomentado esta evolución.

Con las presiones laborales, las dificultades económicas y el surgimiento de nuevas aspiraciones personales, las prioridades y expectativas de los japoneses en torno al matrimonio han cambiado radicalmente.

Esto ha afectado directamente el número de matrimonios y el interés por la vida en pareja tradicional, contribuyendo a la baja tasa de natalidad, un tema de preocupación importante en Japón.

 

Tradición

Sin embargo, gran número de jóvenes “conservan la tradición”. Muchos proponen matrimonio a su novia en un ambiente cuidadosamente preparado.

Reservan un restaurante de hotel y compran un anillo de compromiso, intentando organizar una sorpresa bien pensada.

Ellas sospechan de los planes de sus parejas pero hacen lo posible para mostrarse “sorprendidas” porque son conscientes de la inversión económica realizada por sus futuros esposos.

Este tipo de actos muestran cómo, aunque los japoneses aún valoran los gestos románticos, se percibe una mayor independencia y transparencia en las relaciones.

 

Tendencia

Hoy, las decisiones de casarse y formar una familia son planeadas y conversadas, y no dictadas por las expectativas tradicionales.

Sin embargo, este cambio de perspectiva en la vida matrimonial y familiar también genera nuevos desafíos para la sociedad japonesa, particularmente en términos de las políticas de natalidad.

Las personas se casan a edades más avanzadas o incluso optan por no casarse, lo cual afecta directamente las tasas de nacimiento.

Japón enfrenta así una problemática demográfica importante: el envejecimiento de la población y la disminución de la tasa de nacimientos, lo que podría tener repercusiones graves en la economía y el bienestar social del país en el largo plazo.

En resumen, la era Reiwa ha marcado una transición en la forma de entender el matrimonio en Japón.

EL DATO

La búsqueda de mayor libertad individual y realización personal está moldeando la vida familiar y el compromiso matrimonial de nuevas maneras, aunque al mismo tiempo, plantea un desafío crítico para las políticas de natalidad y el futuro demográfico de Japón.

 



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