TOKIO.- En el Parque de Nara, en la ciudad y prefectura del mismo nombre se ha observado un preocupante aumento de accidentes donde turistas resultan heridos por los cuernos de ciervos machos.
Durante septiembre de este año, 35 personas resultaron heridas, un número alarmante comparado con las 5 personas afectadas en el mismo mes del año anterior, representando un aumento de siete veces.
Este incremento coincide con el período de celo de los ciervos en otoño, cuando los machos se vuelven particularmente agresivos. En un caso reciente y fatal ocurrido en octubre en la prefectura de Kioto, un hombre perdió la vida al ser atacado por un ciervo.
La mayoría de estos incidentes suceden cuando los turistas intentan dar comida a los ciervos, en especial el popular “shika senbei” o galleta para ciervos, y al intentar tocarlos.
En septiembre, diez personas necesitaron ser trasladadas al hospital, y una de ellas sufrió una herida de varios centímetros en el muslo, lo cual provocó una grave hemorragia.
En otro incidente, un hombre de 68 años fue hallado muerto en un campo de arroz en Fukuchiyama, Kioto, con una herida en el pecho, y la policía sospecha que fue causado por el asta de un ciervo macho salvaje.
Razones
La prefectura de Nara ha atribuido el aumento de estos ataques al incremento de la población de ciervos machos, calculando que este año hay alrededor de 100 ejemplares más que en años anteriores.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades por reducir los riesgos al cortar los cuernos de entre 10 y 15 ciervos al día desde finales de agosto, parece que estas medidas no han sido suficientes para controlar la situación y prevenir accidentes.
Para mitigar los riesgos, el gobierno de la prefectura y la ciudad de Nara, en colaboración con la Asociación de Protección de Ciervos de Nara, han lanzado campañas de concienciación.
Estas incluyen mensajes en pantallas electrónicas en las estaciones de tren y en redes sociales, donde se pide a los visitantes que no toquen a los ciervos y que mantengan una distancia segura de los machos.
La entidad recalca que los ciervos no son mascotas, sino animales salvajes, y animan a los turistas a interactuar con ellos con precaución y respeto.
EL DATO
La temporada de celo, que se extiende de septiembre a noviembre, es un periodo en el que los ciervos machos presentan un comportamiento agresivo. Algunos ciervos machos podrían estar migrando hacia el Parque de Nara desde áreas cercanas en busca de hembras para reproducirse, lo que explicaría el aumento de su población en el parque y la consiguiente alza en los incidentes de agresión.
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