TOKIO.- La historia del kurisumasu kēki [クリスマスケーキ (pastel navideño japonés) es un ejemplo fascinante de cómo Japón adaptó influencias occidentales y las integró en su cultura moderna.

Este postre, que combina un bizcocho suave con crema batida y fresas, es más que una simple delicia culinaria; es un símbolo de prosperidad, modernización y celebración secular en Japón.

 


Origen del pastel navideño japonés


Introducción por Fujiya:

La confitería Fujiya, fundada en 1910 en Yokohama, desempeñó un papel central en la creación y popularización del pastel navideño en Japón.

Inspirado en los pasteles navideños occidentales, Fujiya lanzó su primera versión ampliamente aceptada durante el período Meiji (1868-1912), cuando Japón estaba experimentando una rápida modernización y apertura hacia influencias extranjeras.

Estos pasteles eran inicialmente un lujo reservado para las clases altas debido a la escasez de ingredientes y las limitaciones tecnológicas de la época.

 


Westernización y adopción cultural


En el período Meiji, Japón se esforzaba por modernizarse y alinearse con las potencias occidentales. La introducción de alimentos y tradiciones extranjeras, como el pastel navideño, fue parte de este proceso.

Aunque inspirado en tradiciones cristianas, el pastel navideño japonés carece de significados religiosos profundos, ya que Japón tiene una población mayoritariamente budista y sintoísta.

 


Crecimiento tras la Segunda Guerra Mundial


• Accesibilidad y marketing

Después de la Segunda Guerra Mundial, Japón experimentó un rápido crecimiento económico conocido como el “Milagro Japonés”. Durante este tiempo, el pastel navideño dejó de ser exclusivo de las clases altas y se convirtió en un producto accesible para la población general.

Planificación

Las mejoras en la producción en masa y la disponibilidad de ingredientes como la crema batida y las fresas contribuyeron a su popularización.

Posicionamiento

Fujiya y otras marcas promovieron activamente el pastel como un símbolo de prosperidad y felicidad familiar, utilizando campañas publicitarias dirigidas especialmente a las familias jóvenes.

Símbolo de modernidad:

En el contexto del Japón de posguerra, consumir productos como el pastel navideño se asoció con la modernización y el progreso económico. Representaba la capacidad de las familias japonesas de disfrutar de pequeños lujos en un periodo de recuperación.

 


Simbolismo visual y cultural


Colores nacionales:

El diseño del pastel, con su crema blanca y fresas rojas, evoca los colores de la bandera japonesa (hinomaru). Este paralelismo refuerza su identidad como un símbolo cultural único, a pesar de su origen occidental.

Consumo secular:

Aunque la Navidad no tiene un significado religioso predominante en Japón, se celebra como una ocasión romántica o festiva. El pastel navideño se consume típicamente en la víspera de Navidad (kurisumasu ību) y se ha convertido en una tradición indispensable para las familias y parejas.

 


Impacto cultural y legado


1.Popularidad continua:

El pastel navideño sigue siendo una tradición vigente, con millones de unidades vendidas cada año. Pastelerías, supermercados y tiendas de conveniencia en todo Japón comienzan a promocionarlos desde principios de diciembre.

2.Evolución de sabores y estilos:

Aunque el diseño clásico con crema batida y fresas sigue siendo el más popular, hoy en día existen variaciones que incluyen sabores como chocolate, té verde y ediciones de lujo con decoraciones elaboradas.

3.Símbolo de unidad familiar:

En un país donde las tasas de natalidad han disminuido y las estructuras familiares han cambiado, el pastel navideño representa un momento de unión y celebración, a menudo acompañado de cenas especiales y decoraciones festivas.

 


Datos curiosos adicionales


•En Japón, el pastel navideño se asocia con el concepto de frescura y novedad. En el pasado, se utilizaba la frase “pastel de Navidad” como metáfora para describir a las mujeres solteras mayores de 25 años, sugiriendo que “pasado el 25 de diciembre, ya no son tan deseadas”. Esta expresión ha caído en desuso debido a cambios en las normas sociales.

•En el mercado actual, algunas marcas ofrecen pasteles navideños que pueden reservarse en línea meses antes, reflejando la demanda y la importancia cultural de esta tradición.

En conclusión, el pastel navideño japonés es un ejemplo emblemático de cómo Japón ha reinterpretado tradiciones extranjeras, adaptándolas a sus propios valores y estética.

 


EL DATO

Desde su origen como un lujo reservado a las élites hasta su consolidación como un ícono de la modernidad y la prosperidad, este pastel ha trascendido barreras culturales y económicas para convertirse en un símbolo querido de celebración y unidad familiar.


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